Si bien estos términos en el lenguaje
corriente pueden utilizarse indistintamente, dentro de la jerga de la planificación
existe una convención internacional que le otorga alcances muy
diferentes. Si bien hemos de ser conscientes de que no siempre se
hace un uso general de la misma. Y aunque a la práctica en ciertos países no se
atienen con frecuencia a este canon, es conveniente saber que cada uno de estos
términos indica distintos niveles de concreción.
El alcance y el significado de plan, que es el término de carácter
más global. Hace referencia a las decisiones de carácter general que expresan
los lineamientos políticos fundamentales, las prioridades, la asignación de
recursos, las estrategias de acción y el conjunto de medios e instrumentos que
se van a utilizar para alcanzar las metas y objetivos propuestos. En otras
palabras, el plan es el parámetro técnico-político dentro del cual se enmarcan
los programas y proyectos.
Un programa, en sentido amplio, hace referencia a un conjunto
organizado, coherente e integrado de actividades, servicios o procesos
expresados en un conjunto de proyectos relacionados o coordinados entre sí y
que son de similar naturaleza. De este modo podemos hablar de
programa de la tercera edad, programa de construcción de escuelas, programa de
salud materno-infantil, etc. Puede decirse, asimismo, que varios programas
hacen operar un plan mediante la realización de acciones orientadas a alcanzar
las metas y objetivos propuestos dentro de un período determinado. Un programa
está constituido por un conjunto de proyectos.
Lo que se denomina proyecto, al igual que los programas
se concretan a través de un conjunto de actividades organizadas y articuladas
entre sí, para alcanzar determinadas metas y objetivos específicos. La
diferencia entre un programa y un proyecto radica en la magnitud, diversidad y
especificidad del objetivo que se quiere alcanzar o la acción que se va a
realizar: si es compleja, habrá de ser un programa con varios proyectos; si es
sencilla, un simple o único proyecto podrá desarrollarla.
Avanzando en la concreción, tenemos
también las actividades y tareas. La actividad es el medio de
intervención sobre la realidad, mediante la realización secuencial e integrada
de diversas acciones necesarias para alcanzar las metas y objetivos específicos
de un proyecto. Y la tarea es la acción de una actividad con un grado máximo de
concreción y especificidad. Un conjunto de tareas configura una actividad,
entre las muchas que hay que realizar para concretar un proyecto.
Un ejemplo ilustrativo podría ser:
Plan: Plan de educación.
Programa:
Construcción de edificios escolares
Proyecto:
Construir el edificio escolar X.
Actividad:
Levantar las paredes.
Tarea:
Preparar el mortero de hormigón.
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